La brevedad del hombre ante la eternidad de Dios

LA BREVEDAD DEL HOMBRE ANTE LA ETERNIDAD DE DIOS.
Continuacion de nuestra serie: A LA VÍSPERA DE LA ETERNIDAD

Volvemos a citar nuestro texto de Salmos 90:10, salmo que se le atribuye a Moisés, siervo de Dios:

«Los días de nuestra edad son setenta años; y si en los más robustos son ochenta años, con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, porque pronto pasan, y volamos.»

Pareciera que el salmista está fijando límites a la vida, de cuál sería el lapso común de la vida, de hecho, muchos lo toman a sí; no creemos que sea así, pero, sí asi fuera, habrían excepciones a esa regla general. ¿Cuántas personas han traspasado los límites de ese tiempo fijado aquí? O ¿cuántos han partido a la eternidad antes de ese tiempo prefijado aquí? Personas que han vivido más de los ochenta y otros que han vivido menos de los setenta. Lo que si vemos es un esfuerzo literario del salmista Moisés para hacernos entender que Dios es eterno, el hombre es transitorio en esta tierra y, ante esta verdad, cómo hemos de vivir en esta transitoriedad para llegar a nuestro destino en la eternidad. La idea sigue siendo esta: debemos de ver vida como plataforma ante la eternidad, cuando comparezcamos ante el Eterno.

Vea la manera en que Moisés describe al Señor:

1. Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación (v. 1). Es decir, una generación viene y se va, viene otra y se va y tú, oh Señor, eres de refugio.
2. El versículo 2 sigue siendo claro y nos presenta a Dios como el Eterno (antes que formase los montes); también como el Creador (formases); remacha su Eternidad (desde el siglo y hasta el siglo) y su Deidad y también su Inmutabilidad (desde el siglo hasta el siglo, tu eres Dios).
3. El versículo 4 sienta la base para lo que enseñó el Apóstol Pedro más adelante en 2 Pedro 3:8, solamente que Moisés lo reduce a una noche. O sea que, a la luz de este texto, Matusalen vivió menos de doce horas.Tanto Moisés como el apóstol Pedro tienen en mente que Dios es Eterno, que no hay pasado ni futuro para él, que todas las cosas le son eternamente presentes. Nos presentan también un atributo de Dios que es su paciencia, según el apóstol, el espera pacientemente para el día del juicio en que juzgará a los hombres (v. 7) y nos aguarda pacientemente a los hombres para el arrepentimiento (v. 9).
4. En el versículo 11 se reconoce el poder de su ira y su indignación por el pecado.
5. En el 12 como la fuente de la sabiduría en donde la podemos buscar y pedir para vivir ante su eternidad.
6. El versículo 13 que puede perdonar.
7. El versículo 14 como el que tiene misericordia.
8. Y en los versículos 15 y 16 como quien restaura a su pueblo después de la disciplina.

A partir del versículo 4 empieza a describirnos en esa característica de brevedad de vida:

1. Nuestra existencia en esta vida, ante Su eternidad, es como una noche, o sea, solamente 12 horas.
2. Como una vigilia. Si computamos las vigilias como los judíos que eran de tres vigilias, sería reducida nuestra existencia en este peregrinar, ante la eternidad de Dios, a tan sólo 4 horas; y si computamos como los romanos, que computaban cuateo vigilias, se reducirían a solamente 3 horas.
3. Arrebatado como un torrente (v. 5). Un torrente es un curso de agua que corre todo el año; pero también es una coriente de invierno o cuando es alimentada por lluvias y que se seca durante el verano. Su existencia es solo una época o un período determinado en la historia y luego es quitado.
4. También usa la figura de que es como un sueño. Dicen los expertos del sueño, que solamente soñamos, si mucho, cinco minutos y, como normalmente lo hacemos en la madrugada o cuando estamos en el sueño más profundo, es como creemos que estuvimos soñando toda la noche. Si es así, nos reduce la existencia a solamente cinco minutos.
5. Y como la hierba que crece en la mañana. En el versículo 6 nos explica esto: En la mañana florece y crece; a la tarde es cortada, y se seca.
6. En el versículo 9 vuelve a limitarnos a un pensamiento. En hebreo la palabra para pensamiento es hégeh que puede ser traducido como susurro, como un quejido y aún como un suspiro, un rezongo, un murmullo. Es decir, nuestra existencia pasa tan rápido como un suspiro, un sollozo. Así como se insinúa un pensamiento cuando ya ha acabado.
7. Y luego entramos a nuestro versículo de 70 años y 80 años en los más robustos. ¿Ve que es un esfuerzo literario del salmista para demostrar lo efímero de nuestra existencia aquí, ante la eternidad de Dios? Y remacha la idea al afirmar que pronto pasan, y volamos. Nos da la idea del vuelo de un ave, que la vemos en un lado y emprende su vuelo y la vemos en el otro lado.

Entienda algo, la eternidad no es algo que es lejano, algo que algún día ocurrirá, ya está ahí, solamente se acerca a su destino en la eternidad. Y su estilo de vida ahora determinará su estado en la eternidad. El Señor Jesucristo es la garantía de la vida eterna y la libertad del juicio futuro, como dijo: De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida (Juan 5:25). ¿Quiere ir a la vida eterna? Crea en Cristo Jesús confesándole como Señor (Romanos 10-910) . ¿Quiere ir a la condenación eterna? No haga nada, así como está va en la dirección correcta para llegar allá. ¿Ya tiene a Cristo? Siga creciendo en él.

A propósito, ¿caminamos caminante?
Suyo en Cristo Jesús, su hermano y amigo, Erick Solís Girón.

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