A LOS DE ALMA PEQUEÑA SE ALIENTAN

A LOS DE ALMA PEQUEÑA SE ALIENTAN
Continuación de nuestra serie: LOS RUEGOS DEL APOSTOL PABLO

     En el Nombre del Señor Jesucristo, le invito a que abramos nuestras Sagradas Escrituras para leer la Palabra de Dios y recibir sus consejos. Lo volvemos a hacer en 1 Tesalonicenses 5:14. Leemos en el Nombre del Señor Jesus:

«También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.»

    De los cinco grupos que identificamos en este pasaje, vemos a: 1) Los ociosos, a quienes de les amonesta; y, ahora, 2) Los de poco ánimo a quienes, dice Pablo, se alientan.

     Ya aprendimos que literalmente en el griego para «poco ánimo» significa “de alma pequeña” y nos da la idea de alguien que no ha sido desarrollado como debería de haberse desarrollado; puede ser por su edad espiritual, es decir, su recien conversión, pero también por el desconocimiento de la palabra de Dios en cuanto al plan de Dios para su iglesia y los eventos futuros.

    La palabra griega para alentar es paramutheomai que es «relacionarse cerca», «consolar», de manera simbólica o literal, es «ponerse al lado de» o «pararse al lado de». Si se da cuenta esta actitud está en consonancia con el ministerio del Gran Paracletos, el Otro Consolador, el Espíritu Santo, quien nos consuela en Cristo. O sea que cumplir esto es obedecer lo que el Espíritu Santo quiere hacer en mi y a través de mi.

     Note también lo gráfico, lo expresivo, lo demasiado ilustrativo del significado de la palabra «pararse, ponerse, relacionarse al lado de». Muchas veces no necesitamos ser muy elocuentes para dar ánimo a alguien, para ser de consolación a otros, para cumplir, a través de nosotros, el ministerio del Espíritu Santo. Basta con pararse al lado de ese hermano que necesita de esos ánimos en esos momentos en que está atravesando. No se pregunte: «y a ese hermano, ¿que le puedo decir para consolarlo?», nos suele pasar, máxime cuando vamos a ir a visitar a un hermano con buen conocimiento de las Escrituras y que, por lo tanto, es muy maduro eapirituamente. Mejor pídale al Señor la mejor manera y la más mínima ocasion de consolarlo y hágalo. También puede hablar y es un hecho que lo va a hacer, pero especialmente, lo puede hacer con su presencia a su lado para lo que necesite. Ese ánimo se da aplicándole la palabra del Señor y con oración por él, como lo hizo Pablo con los tesalonisenses, como ya vimos.

      Pero hay algo que el de poco ánimo debe de hacer también y es exponerse a la Palabra de Dios y acercarse a la congregación, máxime en esos momentos de poco ánimo, y no aislarse. Debe participar de los cultos de su congregación, así sea el culto de predicación del evangelio, porque ahí se predica de la realidad del invonverso, pero a la vez, nos hace pensar de lo que ahora somos en Cristo, salvados e hijos de Dios y con un futuro esperanzador. A los cultos de enseñanza y de oración, con mayor razón debe asistir. Pero no debe aislarse. Y dejar de una vez por todas las malas noticias o las noticias erradas, como la de los falsos maestros o del falso evangelio, que no sea como David quien ponían consejos con tristeza en su alma y, esto, de manera reiterativa (Salmo 13:2); el evangelio siguen siendo buenas nuevas o buenas noticias de salvación, digno de ser escudriñado, recibido, aplicado a su vida y predicado. Pero, insisto, no debe aislarse.

    El peor error que podemos cometer como iglesia local es dejar a uno de los nuestros solo; y el peor error que podemos cometer como creyentes individuales es aislarnos nosotros mismos de los nuestros.

     ¿Conoce usted a alguien de alma pequeña o de poco ánimo? ¿es usted alguien así? ¿ya alentó a alguien así?  

Oración:

Señor: El pasado a tu misericordia, el presente a tu amor y el futuro a tu providencia. Tu sabes, Señor, que lo único que tengo es el presente para amarte y, por ti, a quienes me has dado. (copiado de autor anónimo).

     Continuará, Dios mediante.

     ¿Caminamos caminante? Entonces, ¡adelante caminante!
     Suyo en Cristo Jesús, su hermano y amigo, Erick Solís Girón.

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