PASOS DESCENDENTES: DA A LUZ LA MUERTE.

PASOS DESCENDENTES: DA A LUZ LA MUERTE.
Continuación de nuestra serie: LÍMITES EN EL NOVIAZGO.

El texto de Santiago 1:12-15 nos ha sido muy útil en nuestras meditaciones, volvemos a leer nuestro pasaje, Dios quiera que se nos quede de memoria:

«Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.»

De la concupiscencia deviene pecado, es decir, ya le somos infieles al Señor, mantener un pensamiento impío, el segundo segundo que nos damos cuenta que lo albergamos sin llevarlo a la obediencia a Cristo, ya es pecado y es necesario confesarlo en arrepentimiento y, obviamente, apartarse de el; no cabe duda que debe haber disciplina, una disciplina personal y preventiva que es la aplicación que personalmente hacemos de las Escrituras a nuestras vidas, tomando medidas de prevención para dejar algunas actitudes que nos pueden inducir hacia ese pecado. El asunto es que cuando se consuma el pecado, sea adulterio o fornicación, los pecados que hemos estado considerando en nuestras meditaciones, hay muerte. La paga del pecado sigue siendo la muerte (Romanos 6:23) y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte, es algo que las Escrituras son claras. Muerte en las Escrituras no significa dejar de existir ni aniquilación sino separación, eso también tengámoslo claro

¿A qué muerte se refiere Santiago? Es indudable que se refiere a algún tipo de muerte espiritual, pero no creo que se refiera a volver a estar en condenación para el creyente. Algunos consideran que se refiere a la muerte física y conectan este pasaje con 1 Corintios 11:29:30, pero si es así tendríamos un problema de interpretación, Santiago nos dice que una vez consumado el pecado da a luz la muerte, es decir, la muerte es inmediata y 1 Corintios nos da la idea que esas personas estuvieron participando del partimiento del pan con pecados sin confesar y después durmieron o murieron o sea que su muerte no fue inmediata, sino que como disciplina murieron después de esa conducta. Entonces no puede ser muerte física.
Es una muerte espiritual, no en el sentido de que vuelve a estar en condenación. La muerte condenatoria es una acepción de la palabra muerte, muerte física también, muerte espiritual también.

Consideremos a David en el Salmos 32:3-5 y veamos el estado epiritual de uno que cayó en inmoralidad sexual, entre otros pecados: Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día. Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; se volvió mi verdor en sequedades de verano. Selah. Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah. Cuando pecó no hay evidencia de que se haya envejeció o se haya acelerado de manera sobrenatural su edad, ni hay evidencia en uno que pecó a los veinte años e inmediatamente, luego de su pecado, ya tiene casi cincuenta; lo que David nos quiere decir es que languideció mientras encubrió su pecado, David perdió su fuerza, su vigor, de manera espiritual. Dice que se convirtió su vida antes fértil en algo infértil bajo los símiles: mi verdor en sequedades de verano.

Un joven predicador que fue disciplinado por fornicación, me dijo: «Yo no voy a dejar de preparar sermones, es más, voy a seguir predicando en la calles, esta agenda no se va a quedar burlada». «Qué bueno – le dije- tenés derecho a dar testimonio de tu Señor, solo que me contás como le harás». Cuando fue restaurado le pregunté: «¿y seguiste preparando tus sermones?», a lo que me respondió: «No, no pude», ya no le pregunté si pudo testificar en las calles sobre su fe. Simplemente no podía, espiritualmente no tenía vida, no era capaz de transmitir vida, no había avivamiento en él. Entiendo que los hay algunos, tan caras duras, que siguen en el ministerio a pesar de su pecado sin confesar, pero ¿con el mismo impacto? ¿Tiene el mismo respaldo de parte del Señor? ¿Lleva bendición?

Entiendo que podemos aplicar tambien este pasaje, y sin perjuicio de ello, a que se matan muchos ministerios, muchos matrimonios, muchos testimonios, muchos proyectos.

Mejor, adelante caminante, que adelante nos espera nuestro eterno Triunfante, para no experimentar esto y saber por experiencia propia a qué muerte se refiere.

¿Caminamos caminante?
Suyo en Cristo Jesús, su hermano y amigo Erick Solís Girón.