NO ERES TU, SOY YO.

NO ERES TU, SOY YO.
Continuación de nuestra serie: LÍMITES EN EL NOVIAZGO.

Las instrucciones de Jacobo, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, nos han sido muy provechosas. Dios quiera que se le quede el texto de memoria. Volvamos a leer nuestro texto en Santiago 1:12-15:

«Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.»

Es muy evidente que Dios queda fuera de todo asunto de tentación como quien inicia la tentación, porque si conoce todo y nada se le es oculto, pero de que el tome la iniciativa para incitar a alguien a pecar, no, definitivamente no, porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie, sus decisiones son perfectas y todo lo que decide por el hombre y para el hombre es perfecto, al Señor no podemos atribuirle despropósito alguno sobre nosotros (Job 1:22); sus pensamientos siempre son para bien (Jeremías 29:11), y ni aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombre (Lamentaciones 3:33), si su voluntad es nuestra santificación (1 Tesalonicenses 4:3) ilógico, y hasta blasfemo, es pensar que él mismo nos va a poner una trampa para que caigamos en pecado (entiendo que hay diferencia entre prueba y tentación y que Dios si prueba, pero no tienta a nadie). Así como él no tienta a nadie, así tampoco puede ser tentado por el mal; es decir, esto es así desde su carácter. Leí un libro, sobre la doctrina del hombre, su autor es de corte calvinista, que en su introducción afirma que Dios predestinó a Adán para que pecara. No está demás decir que estuve esperando la cita bíblica para su aseveración, y tenía que darla por ser una acusación muy fuerte al Señor, que no dio tal cita bíblica sino solamente ejemplos filosóficos y entiendo que no la diera pues no la hay. No es así que Dios predestinara al hombre a pecar, no vemos eso en el Génesis y si no existiese Genesis, nuestro pasaje de Santiago nos dice lo que pasa.
En Santiago 1:14 leemos: sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Note las expresiones muy personales que hacen personalísima la tentación, tanto entrar a ella como el caer en ella:

Cada uno es tentado.
Su propia concupiscencia.

Esto nos recuerda cómo somos responsables de manera personal en la caída. Adán buscó justificante a su pecado, Génesis 3:12 leemos: Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí; pareciera que dijer: la mujer que tu me diste. Eva aprendió muy bien de su esposo, según leemos en Génesis 3:13: Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí. Pareciera que dijera la serpiente que pusiste en el huerto. De esa cuenta pareciera que la culpa es: de Dios, de la mujer, de la serpiente. Pero ambos reconocieron en sus mismas palabras: Yo comí. En Josué 7:21, en la confesión de Acán de su pecado, vemos muy claro el asunto de la caída en el pecado, desglosémoslo:

Yo vi.
(Yo) lo codicié.
Y (yo) tomé.
Y (yo) escondí.

Ante un adulterio muchos se excusan: «es que mi esposa no me atendía», si la esposa no lo atendía o el esposo a su esposa, en tal caso el cónyuge infractor es responsable, yo soy responsable de adulterar o no y mi esposa de si me atiende a no, y viceversa. Señalaba que hay diferencia entre la prueba y la tentación y una de ellas es que la prueba viene porque viene y nadie la está pidiendo; en cambio en la tentación yo soy el necio que me meto a ella.

Caros caminantes, es por eso que tenemos que velar y orar de manera personal, para no entrar en la tentación ni mucho menos caer a la tentación.

¿Caminamos caminante?
Suyo en Cristo Jesús, su hermano y amigo Erick Solís Girón.