LA ACTITUD HACIA LOS OCIOSOS

LA ACTITUD HACIA LOS OCIOSOS
Continuación de nuestra serie: LOS RUEGOS DEL APÓSTOL PABLO

     En el Nombre del Señor Jesucristo, abramos nuestras Sagradas Escrituras siempre en la 1 Tesalonicenses 5:14, en donde leemos la Palabra de Dios:

«También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.»

     Claramente se nota que la rogativa es a todos los hermanos para que tengan una reacción a, lo que hemos denominado para efectos de nuestro estudio, los diferentes grupos en la iglesia. La actitud que ruega Pablo y manda el Señor a este nuestro primer grupo, LOS OCIOSOS, es el de AMONESTALES. Esta palabra en el orginal es bastante vívida, bien gráfica, es muy contundente, metafóricamente, violenta, tal vez (nada, nada justifica la violencia religiosa, las cruzadas, las inquisiciones, dar muerte o esclavizar a un semejante en nombre de Dios, Dios no manda nada de eso). Vea el significado de la palabra, esta palabra del griego es Nouthetéo, literalmente es  «poner en la mente» o «clavarse en la mente», es advertir o regañar. Nos da la idea que se advierte con firmeza, enérgicamente, esta actividad en el ministerio es más dura que el enseñar y el exhortar.

     Pero no solo nos da la idea de lo enérgico al presentar los argumentos de la verdad contra la mentira, sino de la actitud de la otra persona. Cuando alguien le quiere clavar algo entre ceja y ceja ¿cuál es su actitud? Claro, al menos cierra los ojos o se hagacha para que pase el proyectil y/o contraataca. La idea es que la otra persona estará a la defensiva y no tan fácilmente se va a dejar amonestar. Por eso debe ser una palabra firme y enérgica, una palabra dicha convincentemente, con argumentos sólidos. No quiero decir gritando, imponiéndose, llendose por la tangente para no dejarse convencer, quiero decir con convicción.

     Ahora bien, ¿Quienes lo hacen? Por este pasaje nos damos cuenta que todos lo podemos hacer, pero por el versículo 12, vemos que son los ancianos, Pablo ahí nos da tres aspectos en ministerio de los pastores, ellos, a) trabajan entre nosotros, puede ser actividades varias para edificación; b) ellos nos presiden en el Señor, o sea que tienen la representación de la asamblea local; y, c) ellos nos amonestan. Pablo reconoce que los líderes pueden guiar con firmeza, cuando amerita la indisciplina o pecaminosidad, con firmeza al pueblo.  Entonces, podemos hacerlo todos, pero especialmente los ancianos.

     Lo recomendable es que a aquellos chismosos lo hagamos todos, pero a los que crean sismas doctrinales en la iglesia, los que se oponen, a decir de Pablo, mejor que lo hagan los hermanos muy preparados doctrinalmente, los siervos y los ancianos, según leemos: «Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él» (2 Timoteo 2:24-26); pues estos siempre van a estar a la defensiva (clavarse en la mente, no se olvide de esa acepción de la palabra).

     Las indicaciones al respecto de la amonestación es que se amonesta con amor (Romanos 15:14), ese siervo debe contener ardientemente por la fe o enérgicamente (Judas 3), pero debe evitar la contención propia, es decir, no ser un pleitista sin ningún motivo o por la mínima provocación actúa con ira pecaminosa, vemos, además, que debe hacerlo con amabilidad, con preparación bíblica, sufriendo incluso los ad hominem (1) que le hagan, debe corregir con masedumbre, procurando el arrepentimiento de los que se oponen y escapen del lazo del diablo en que están cautivos (vuelva a leer 2 Timoteo 2:24-26). Vemos que Pablo amonestó incluso con lágrimas (Hechos 20:31), denotándonos no victimizarse sino el anhélo ardiente de la salvación de los demás o sea que no perdía el enfoque; lo hizo tambien con la actitud como de un padre a un hijo (1 Corintios 4:14) y no como un enemigo sino como a hermano (2 Tesalonisenses 3:15).

    De estos ociosos, lo hay algunos que no son salvos, son falsos maestros, son aquellos que promueven sismas en la iglesia, pero los hay algunos que sí son salvos pero están mal informados. Lo mismo pasa con los chismosos, algunos serán salvos y otros están desorientados. El asunto es que yo no lo sé, nadie puede saber si alguien es salvo o no respecto a otro, claro que hay evidencias, pero es una relación personal que lo sabe el creyente y Dios. Yo, así como no puedo quitarle la salvación a alguien que sí la tiene, tampoco puedo retenerle la salvación a alguien que no la tiene, no es esa mi función, al final del siglo el Señor separará el trigo de la cizaña, al enviar a sus ángeles a hacerlo (Cp. Mateo 13:24-30, 36-43). Mi trabajo está en amonestar y nada más, a no ser que sea otro evangelio, se puede anatemizar, pero ya no lo hago yo, lo hacen las Escrituras mismas.

    Continuará, Dios mediante.

     ¿Caminamos caminante? Entonces, ¡adelante caminante!
     Suyo en Cristo Jesús, su hermano y amigo, Erick Solís Girón.

(1) Ad hominem alocusión latina que significa «contra el hombre», es una falacia que se denomina también insulto o falacia de ataque personal. Este tipo de falacia se da cuando alguien ataca a la persona y no al argumento. Pretendiendo que al atacar a la persona su argumento ya no sería confiable, pero el argumento sigue siendo el argumento. 

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