El pecado de un padre como padre.

EL PECADO DE UN PADRE COMO PADRE
Continuación de la serie: SAETAS EN MANOS DE VALIENTES

Existen pecados que cometemos todos y los padres podemos cometer pecados de varias naturalezas por los que seremos responsables ante Dios, pero en el ejercicio de nuestra paternidad hay pecados de los que seremos culpables, a saber: el pecado de no ejercer la paternidad. Leamos las Sagradas Escrituras.

«¿Por qué habéis hollado mis sacrificios y mis ofrendas, que yo mandé ofrecer en el tabernáculo; y has honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel? Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco».

(1 Samuel 2:39-30)

Al ejercer la paternidad se involucra ser proveedor, pero intrínsecamente está la disciplina, el ser guía y ser ejemplo. Al no ser proveedor nos hacemos irresponsables y somos catalogados por el Señor de negar la fe y comportarnos peor que un incrédulo (1 Timoteo 5:8) y en cuanto a la disciplina, el Señor lo reclama como honrar a los hijos más que a él y como un desprecio a Él mismo. Sin perjuicio del beneficio personal que sacaba Elí de la conducta impía de sus hijos —engordandoos de todo lo principal de las ofrendas de mi pueblo, dijo el Señor—. Esto por una razón sencilla, toda aurotoridad ha sido establecida por Dios (Romanos 13:1) y es tanto un mal no someterse a la autoridad delegada como no ejercer la autoridad delegada o aprovecharse de ella para beneficios personales. Para los ancianos de las asambleas locales, y como principio de aplicación a todo padre, se señala que debe gobernar bien su casa (1 Timoteo 3:4); bien en calidad de bueno, que hermosea, que actúa conforme al orden, a la norma establecida, que dirige hacia el bien. El gobierno bueno de todo padre en casa, incluye la sujeción, es decir, llevarlos a la sujeción de Dios o a Dios, pues sigue diciendo nuestro texto de 1 Timoteo 3:4: que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad.

El caso de Elí, vemos que sus hijos no eran unos niños y, no obstante, Elí debía seguirlos guiando, debía seguirles aconsejando. Está claro que las formas de disciplinar varían en cuanto a la edad, pero debía seguirles estorbando hacia la impiedad, con todo de esposa e hijos que tuvieran. Si ya eran hombres grandes y casados y tenían esa conducta en el templo mismo de Dios, abusando de su posición como hijos del sacerdote y juez, como que si ellos mismos hubiesen sido llamados, significa que no los guió desde pequeños. Elí debió empezar desde que su niñez, continuando en su adolescencia, su juventud y su vida de adultos. No aprovechó cuando podía guiarlos y ahora, estos, lo están avergonzado, entristeciendo, menospreciando tanto a Elí como al Señor (comparese lo que provoca el hijo necio en Proverbios 10:1; 15:20; con lo que provoca un hijo sabio en sus padres en Proverbios 23:15, 24; 27:11)

Los jóvenes hijos de Elí, leemos en las Escrituras, que menospreciaban las ofrendas y los sacrificios del Señor, creyéndose dueños del templo mismo, abusando y siendo intransigentes con los adoradores y Elí simplemente no los estorbaba (1 Samuel 1:17). Cometían adulterio durmiendo con las mujeres que cuidaban el templo y esto en el templo mismo, y Elí simplemente no los estorbaba. La mayor regañiza que les dio Eli fue: No, hijos míos, porque no es buena fama la que yo oigo; pues hacéis pecar al pueblo de Jehová (1 Samuel 2:24), y Elí simplemente no los estorbaba. Elí los tenía en el ministerio, no obstante su conducta, y Elí simplemente no los estorbaba. En el Nuevo Testamento Elí no podría ejercer el ministerio (1 Timoteo 3:4-5; Tito 1:6), porque sus hijos tenían una conducta impía de manera continua y no era una eventualidad.

Encontré en una publicación anónima, pero bien acertada, me gustó y se la quiero compartir, le haré una mínima adaptación:

• Se falla como padres cuando sabes que tu hijo le es infiel a tu nuera, y lo apoyas.
• Se falla cono padres cuando tu hijo o hija toma algo que no le pertenece y no le dices nada.
• Se falla como padre cuando tu hija sale con 5 y no le dices nada a tu yerno. (No sabemos que significa salir con 5, pero es fácil entender, conforme al contexto, que simplemente es una infidelidad).
• Se falla como padres cuando tu hijo o hija no se hace cargo del niño que trajo al mundo, y lo apoyas.
• Se falla como padres cuando tu hijo o hija se burla de los demás y no le dices nada.
• Se falla como padres cuando le permites todo a tus hijos, menos la oportunidad de ser un adulto responsable de verdad.

Como padre es tanto pecado no proveer para su propia casa, no ser guía y ejemplo de bien, no gobernar bien su casa y no estorbar a sus hijos en cuanto a la impiedad. ¿Está temblando? Deberíamos de estar temblando como padres, prepararnos y rectificar lo que, en nuestra impiedad y/o debilidad hemos hecho mal; reforzar lo que, por la gracia de Dios, hemos bien; y retomar lo bueno que, por negligencia nuestra, hemos dejado de hacer y que es bueno hacer. ¿Aun es soltero? También debería de temblar y preparase para tan magno y delicado oficio.

¿Caminamos caminante?
Suyo en Cristo Jesús, su hermano y amigo, Erick Solís Girón.

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