Nutrición Espiritual

«y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.»
Juan 8:32

No hay servidumbre que pueda compararse con la esclavitud al pecado. El pecado es a la verdad el peor de todos los amos. Su servidumbre es mucho más devastadora que la que puedan imponer los poderes políticos, porque finalmente lleva a la muerte y a la condenación eterna.

¿Cómo podemos ser libres? Conociendo la verdad. La verdad de la que Jesús hablaba no viene de un proceso académico; sino de creer en Él, en Su palabra y de ser su discípulo.

La libertad de la que hablaba Jesús no puede ser comprada con dinero, no puede ser obtenida por un status social, no puede ser ganada por las obras ni por los buenos principios; solo permaneciendo en Su Palabra.

Por supuesto, la libertad de la que el Señor habló no consiste en hacer lo que cada uno quiere, puesto que la verdadera libertad sólo se alcanza cuando hacemos lo que agrada a Dios.

Así pues, aunque parezca contradictorio, somos libres cuando nos sujetamos a Dios y a su Palabra. (Ro 6:17-18)

Saludos cordiales 🙋🏻‍♂
Hno. Oscar Ochoa.