CUIDATE, CÓMO EDIFICAS

CUIDATE, CÓMO EDIFICAS
Continuación de nuestra serie: CUÍDATE

     Abrimos nuestras Sagradas Escrituras y esta vez lo hacemos en 1 Corintios 3:10, en dónde leemos en el Nombre del Señor Jesucristo:

«Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica»

    Siempre bajo el simil de un edificio el apóstol Pablo viene comparando a la Iglesia y, en el mismo orden de ideas, nos habla de su función dentro de la iglesia y exhortaba a los obreros que vendrían después de él, en cualesquiera área de servicio para edificación de la Iglesia, hasta nosotros. Pero el apóstol Pablo lo hace reconociendo que todo es debido al favor de Dios, dice: conforme a la gracia de Dios; no cabe duda que se refiere a la capacidad que ha recibido de parte de Dios para hacer la obra del ministerio encomendado, capacidad que es inmerecida por el apóstol, no que veamos algo malo en el apóstol para recibirlo sino repitiendo la consideración que el apóstol tenía de sí mismo, tanto para el llamamiento a la salvación como para el servicio a su Señor, cómo reconoce más adelante: Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios (1 Corintios 15:9). Pero vea el grado de privilegio que le concedió el Señor: yo como perito arquitecto. Reconocer esto no es falta de humildad en el apóstol, su humildad la vemos al reconocer que todo es debido a la gracia del Señor, o también: Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo (1 Corintios 15:10). Ante aquello que es verdad no queda más que recibirlo, reconocerlo y trabajarlo con humildad (1 Corintios 4:6-7). O sea que el levantar iglesias locales también es un don recibido de parte de Dios.

     Ser perito, en griego es sofós que es un sabio, experto, hábil. Alguien que ha recibido una capacitación en una obra para realizar la obra. Para levantar el tabernáculo de reunión el Señor preparó a hombres llenándolos del Espíritu de Dios, el cuál se manifestó en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte (Éxodo 28:3; 31:3; 35:31); si esto fue así en cuanto a la sombra, cuánto más sería en cuanto a los bienes venideros (Hebreos 8:5; 10:1), como está escrito: todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo (Colosenses 2:18).

     Y además es arquitecto. Del griego arjítektōn, arjí significa principal y tékton artesano, pero tiene la idea también de ‘dar a luz’, ‘producir’. En Isaías 3:3 aparece un ‘artifice excelente’, eso era Pablo a la Iglesia del Señor. Pero vea algo interesante: por un lado vea el alto privilegio que le concedió el Señor, por su gracia; pero, también, vea el alto costo de ese privilegio, de tal manera que su obra era como dar a luz, implicaba dolor, sacrificio, estár próximo a la muerte como toda mujer en cada parto, pero que se olvida de todo ese dolor al saber que ha dado a luz vida (Cp. Juan 16:21). Es que, la obra del ministerio costó vida, no solamente de nuestro Señor y Dios, sino también de sus mensajeros, hasta considerarse una ofrenda, una libación sobre el sacrificio de la fe de los creyentes, como está escrito: Y aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos vosotros. Y asimismo gozaos y regocijaos también vosotros conmigo (Filipenses 2:17-18).

     Sigue afirmando Pablo: Puse el fundamento, esa era su responsabilidad, igual que los demás apóstoles, claramente se nota que no está exigiendo pleitesía como el fundamento mismo; la religión tradicional pelea y retuerce los texto a fin de seguir predicando o no reconocer su error de interpretacion o seguir manteniendo a la gente engañada o, lo más seguro, las tres razones y otras que son perversas. Y su pleito es que el fundamento de la iglesia son los apóstoles, es Pedro, dicen. Pero el apóstol Pablo no se incluye en el fundamento, Pablo puso el fundamento, igual que sus compañeros los apostoles y profetas, como está escrito: Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego (1 Corintios 3:11-15). Y apartir de aquí otro sobreedifica, pero siempre en el fundamento y conforme a este.

     Pero cada uno mire. Todos los que vendrían después de los apóstoles hasta llegar a nosotros. La advertencia para edificar es en cuanto al orden, según leemos 1 Corintios 14:40: pero hágase todo decentemente y con orden. Debían ejercer su obra con el propósito con el que se ha establecido. Algunos líderes de la iglesia de Corinto no estaban cumpliendo el minisiterio de manera honorable, por ejemplo, habían divisiones (capitulo 1); había un concepto erróneo en cuanto al ministerio (2-3); habia inmoralidad sexual (5-6), esto y más era de esperarse, si los ancianos están inmiscuidos en pleitos, haciendolos o promoviendolos o, aunque sea solamente, permitiendo partidos dentro de la iglesia, la carne haría lo propio, el mundo encontrá la forma de infiltrarse y Satanás hará de las suyas tomando ventaja, vemos que los ancianos, hasta ahí, no tomaban participación en el asunto, disciplinado e instruyendo al pueblo en la Sana Doctrina; vemos que también habían problemas matrimoniales (7); problemas con lo sacrificado a los ídolos (8-10); problemas en cuanto a la cabeza, el cabello, el cubrimiento y la cena del Señor o partimiento del pan (11); problemas con el ejercicio de los dones (12); problemas con el amor (13); desórdenes en el culto público, al parecer se estaban metiendo elementos del culto kundalini (14); problemas en cuanto a la doctrina de la resurrección (15); con razón les espeta en 1 Corintios 5:2: *Y vosotros estáis envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que cometió tal acción?*.

     Tambien la construcción tiene que ver con las motivaciones del corazón, según leemos: Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios (1 Corintios 4:5). O sea que deberíamos de ser sumamente cuidadosos en nuestra valorización del servicio cristiano. Sinceramente, tenemos la tendencia de valorar y alabar lo sensacional, lo esplendoroso, lo espectacular, tendemos a ver al hombre; y menospreciamos y desvalorizamos lo que, a nuestros ojos, es de poca monta, es pequeño, es poco visible, por eso, porque tendemos a ver al hombre de tal manera que nos impresionamos con palabras bonitas y títuos. Pero la verdadera alabanza —que tiene el sentido aquí de reconocimiento— viene del Señor y él lo hará con justicia y amor y no a pesar de que es justo y de que es amor. El juzgará lo que vemos y lo que no vemos; tanto lo que hicimos como la intención por la cual lo hicimos; juzgará el qué como el por qué, dice que manifestará las intenciones de los corazones.

     Tambien vemos que la construcción implica el cuidado de los falsos maestros y las falsas doctrinas. Este nuestro último pasaje nos dice que el Señor aclarará lo oculto de las tinieblas.

     Dudo mucho que quien construya con madera, heno y hojarasca aguante el escrutinio del Señor y su obras y sus intenciones serán expuestas, habra perdida de recompensa como la que tendrán los falsos maestros y sus falsas doctrinas, es decir, no habrá ningún provecho; si es salvó, será salvó así como por fuego y si no, es obvio que le espera una perdición. Pero confío que si obra con oro, plata o piedras preciosas, soportará el escrutinio de Dios y recibirá recompensa, no solamente la vida eterna sino un galardón de parte de Cristo, el fuego o el escrutinio de Dios, en lugar de quemar esa obra hasta destruirla, la embellecerá.

     ¿Caminamos caminante?
     Suyo en Cristo Jesús, su hermano y amigo, Erick Solís Girón.

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