POR VUESTRA POCA FE

POR VUESTRA POCA FE
Resumen de nuestra serie: HOMBRES DE POCA FE

     Ya sabemos que en cinco ocasiones el Señor Jesús, espeta a sus discípulos y los motiva a la vez con la expresión de donde tomamos nombre a nuestra serie: HOMBRES DE POCA FE*. Expresiones que registra el Evangelista Mateo y tan sola una vez por el evangelista Lucas, lo cual hace que sea una expresión casi exclusiva de Mateo.

      La primera tiene que ver con las cosas cotidianas de la vida, como el comer o vestir, y el Señor dice que Dios, que viste la hierba del campo «¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?» (Mateo 6:30), o sea que el ser humano goza de ciertas preferencias ante el Señor en comparación de las demás criaturas.

     Mateo 8:26 y Mateo 14:31  fueron pronunciados en alta mar, ahí en dónde los discípulos son expertos y que tenían una autoconfianza en sus experiencias y habilidades, pero no les sirvieron de nada, pues, aprendimos que el Señor tiene el control sobre los fenómenos naturales.

     Más adelante, cuando el Señor le dice a sus discípulos que tuvieran cuidado con la levadura de los fariseos, ellos inmediatamente pensaron que se los decía porque no habían traído pan, a lo que el Señor les contesta «¿Por qué pensáis dentro de vosotros, hombres de poca fe, que no tenéis pan?» (Mateo 16:8), y es que debido a nuestra falta de fe o, mejor dicho, nuestra poca fe, puede ser un obstáculo para que no podamos entender lo que Dios nos dice o cuál es su voluntad para nuestra vida, es que se refería a la doctrina de los Escribas, Fariseos y Saduceos.

     También cuando los discípulos no pudieron echar fuera un demonio el Señor les dijo que fue por una falencia en las discípulos, es «Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible»; es que cuando no buscamos ser fortalecidos en nuestra fe no podremos ser usados por el Señor y por lo tanto, no podremos resistir al diablo y no podremos llevar a cabo la obra que se nos encomienda.

     Notamos que el Señor Jesucristo, además de la poca fe, notó que los discípulos tenían temor y duda. Estas son tres cosas que van juntas, una es relación de la otra, a poca fe le sigue la duda; y a la duda, el temor. Es que cuando nuestra fe en Dios es pequeña o es poca, entonces pueden venir las dudas, y cuando las dudas aparecen e invaden nuestro corazón, lo siguiente es de esperarse y hasta natural, es sentir temor, inseguridad, incertidumbre, porque ya nuestra confianza no está puesta en Dios.

    Oh, caros hermanos, el Señor nos ayude a tener el mismo deseo que los discípulos tenían, a pesar de su fragilidad e incapacidad, ellos rogaron al Señor: «Auméntanos la fe» (Lucas 17:5), o ser tan sinceros como aquel hombre de Marcos 9:24 «Creo; ayuda mi incredulidad».

    ¿Caminamos caminante?
     Suyo en Cristo Jesús, su hermano y amigo, Erick Solís Girón.

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