LA SANTIDAD DE DIOS

LA SANTIDAD DE DIOS
Continuación de nuestra serie: PERFECCIONANDO LA SANTIDAD

     Volvemos a abrir nuestras Sagradas Escrituras, específicamente en nuestro texto de 2 Corintios 7:1:

«Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios»

     En cuanto a los atributos de Dios, hay algunas clasificaciones, entre ellas, los no comunicarles o no transferibles _—atributum incomunicabile—_, cómo su omnipresencia, omniciencia, omnipotencia, su infinidad, su inmutabilidiad, entre otros; y los atributos comunicables o transferibles _—atributum comunicabile—_, tales como su justicia, santidad, amor, bondad, verdad, entre otros. Estos se nos transfieren el día de la conversión de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero (1 Tesalonisenses 1:9), entonces con el Nuevo Nacimiento se nos dan las preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia (2 Pedro 1:4).

    De Dios Ana, la madre de Samuel, reconoció: No hay santo como Jehová; porque no hay ninguno fuera de ti, y no hay refugio como el Dios nuestro (1 Samuel 2:2); también leemos que La corrupción no es suya; de sus hijos es la mancha, generación torcida y perversa (Deuteronomio 33:5); y el coro que cantan el cantico de Moisés y del Cordero, cantan, entre otras cosas: *sólo tú eres santo (Apocalipsis 15:4). La santidad de Dios significa que en el hay perfección (Job 11:7). Por eso hasta su nombre es El Santo, El Santo de Israel, entre otros, leemos también en Isaías 57:15 Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados, y vemos que en el cielo se le alaba por este su atributo, día y noche, diciendo: Santo, Santo, Santo (Apocalipsis 4:8; Isaías 6:4). De manera que Dios es perfecto y ninguna tacha hay en él y siempre lo ha sido así. Dios no es mejor hoy que ayer, ante esto, advierto de una vez que al decir Pablo, en nuestro texto de 2 Corintios 7:1 perfeccionando, no tiene la idea de mejorar. Significa que Dios es apartado de los pecadores (Hebreos 7:36).

     Esto nos debe hacer pensar en muchas cosas, enfoquémonos en esta: en su reacción ante el pecado. Es que, si el es Santo, significa que tiene una reacción al pecado que es de ira, de indignación santa, de aborrecimiento. No es contradicción en Dios, es complemento, eso natural. De hecho, considero, que el hecho de que Dios sea fuego consumidor o la ira de Dios, ésta sería un subproducto de atributo de la santidad. Por ejemplo, no leemos ni nos podemos imaginar que en la eternidad —que llamamos— pasada, cuando cohabitaban la Triunidad, no había ira, sino era de perfecta armonía entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, su ira fue la reacción al pecado, al hechar a Satanás y, luego, al disciplinar al hombre y castigar a sociedades y el castigo final. Es Habacuc quien nos instruye en cuanto a la reacción de Dios ante el pecado, según leemos en Habacuc 1:13 Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él. Vea que Dios no puede ver el y ni puede ver el agravio. La idea es que no tolera, no soporta, no puede ver sin reaccionar. La Dios Habla Hoy traduce: Tu eres demasiado puro para consentir el mal, para contemplar con agrado la iniquidad. El apóstol Pablo nos instruye al respecto al decir: Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad. Lo que acciona su ira es el mal, el agravio, la impiedad e injusticia. Su reacción normal de es aborrecimiento y su irá justa, debido a que es santo. De tal manera que quien se detiene en el pecado practicándolo solamente acumula la ira de Dios, como está escrito: Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios (Romanos 2:5)

     Es interesante saber cómo ve Dios el pecado para que tengamos una idea del porque reacciona así con el pecado.

     Continuará, Dios mediante. Mientras tanto, ¿Caminamos caminante?
     Suyo en Cristo Jesús, su hermano y amigo, Erick Solís Girón.

#CaminamosCaminante
#PalabrasdeVidaEterna
#SalaEvangelicaGuatemala
#SalasEvangelicas
#AsambleasCristianasGT

¡Suscríbete!

Nos encantaría que estuvieras al día de nuestras reflexiones bíblicas

Nos encantaría que estuvieras al día de nuestras reflexiones bíblicas

¡No hacemos spam! Lee nuestra [link]política de privacidad[/link] para obtener más información.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Habilitar Notificaciones De acuerdo No gracias