CUÍDATE, DE CUMPLIR EL MINISTERIO

CUÍDATE, DE CUMPLIR EL MINISTERIO
Continuación de nuestra serie: CUÍDATE

     Buscamos en nuestras Sagradas Escrituras en la epístola a los Colosenses, en 4:17, en dónde leemos nuestra advertencia de hoy:

«Decid a Arquipo: Mira que cumplas el ministerio que recibiste en el Señor»

     Este es un llamado directo a Arquipo, pero con aplicación a nosotros. El nombre de este cristiano del primer siglo, solamente se menciona aquí y en Filemón 1:2, en dónde se menciona juntamente con Filemón, colaborador nuestro, dice Pablo, y la amada hermana Apia y también dirige aquella epístola a Arquipo nuestro compañero de milicia y, obviamente, a la iglesia que está en su casa. Muchos comentaristas han considerado que la amada hermana Apia era esposa de Filemón y Arquipo era hijo de estos, es probable, debido a que se dirige a ellos y a la iglesia que está en su casa, de manera singular.

     La exhortación es mira, vigila, pon atención, pon diligencia y Cumple. Esta palabra en griego nos indica hacer repleto, satisfacer, completar, ejercer, terminar. La idea es ejercitarse satisfaciendo hasta completarlo, pero mantener esa actitud hasta terminar. Es probable que Arquipo haya sido un dirigente en la Asamblea de Colosas, un anciano o un diácono y otro, pero al no especificar su ministerio nos permite colocar el nuestro ahí, sea cual sea la obra que realizamos en la Obra del Señor. La palabra para ministerio es diakonía que podría referirse al ministerio de un diácono, o un servicio que se presta cómo el de Bernabé y Saulo —que es el mismo Pablo— en Hechos 12:24 quienes eran misioneros implantando iglesias, compárese también en este respecto Romanos 12:7, en griego también es diakonia. El asunto es que tiene un ministerio que no se nos específica cuál pero que no debía olvidarse de él, no bajar la guardia, hacerlo con toda la actitud siempre. He resuelto esto: me propongo predicar con la misma pasión enfrente de los dos mil o tres mil o de los dos o tres que se reúnen en el nombre del Señor cualesquiera que sea; pero bajamos, como humanos, bajamos la guardia muchas veces. Sea la causa que sea, pero viaje la desmotivación. Es necesario tomar para nosotros la exhortación dada a Esdras por sus oyentes: Levántate, porque esta es tu obligación, y nosotros estaremos contigo; esfuérzate, y pon mano a la obra (Esdras 10:4); vea que tan necesario es alentar a nuestros ministros que al valiente y ocupadísimo Josué le dicen lo mismo (Josué 1:5-9). El Señor no sé merece menos de nosotros (2 Corintios 5:14) y nuestra congregación no espera menos que eso, a Esdras le dijeron, y nosotros estaremos contigo.

     Pero vea lo que debe ser nuestro mayor motivante para hacer la obra del ministerio con excelencia, dice Pablo, que recibiste en el Señor. El ministerio recibido es tanto de parte del Señor y recibido en el Señor, porque todo es en Cristo Jesús y en Él debe ejercitarse. Y es dado de parte del Señor, porque, también es por gracia y Él es nuestro capitán en jefe. De los sacerdotes del Antiguo Testamento, leemos en Hebreos 5:4: Y nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón. Hay una honra en el ministerio, entonces debe buscar honrar a quien lo llamó al ministerio. Bajo el simil de un soldado, Pablo exhorta los ministros Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado (2 Timoteo 2:4).

     En todo caso, caro consiervo, ha recibido el ministerio de parte del Señor y no le queda más que ejercitarlo, Pablo dice en 1 Corintios 4:7 Porque ¿quién te distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?

Vemos aquí tres preguntas que son interesantes y que debemos de respondérnoslas:

• ¿Quien te distingue? Es Dios.
• ¿Qué tienes que no hayas recibido? Nada, todo lo he recibido de Dios
• ¿Por qué te glorías como si no lo hubieras recibido? Es decir, ¿por qué presume cómo que si fueran sus logros?, o, también, ¿por qué está tan tranquilo como que si no lo hubiera recibido?

     Si Pablo hubiese sido mi abuelo, les hubiera agregado: _’asi que, chanin, chanin’_. No sé detenga, tiene un ministerio que recibió y que dará cuentas de lo que recibió, pero no está solo, estamos nosotros esperando que nos comunique algún don espiritual, a fin de ser confirmados con algún don espiritual (Romanos 1:11); sobre todo, tiene de su lado al Señor Jesucristo que prometió a sus discípulos. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (Mateo 28:19-20). ¿Ya se dió cuenta que esta promesa de yo estoy con ustedes todos los días, se aplica primeramente a los mensajeros? Aunque también es cierto en cuanto a todos los suyos, pero el contexto lo aplica primariamente a los misioneros y mensajeros del evangelio.

     En virtud de que no hay otra vía, ¿Caminamos caminante?
     Suyo en Cristo Jesús, su hermano y amigo, Erick Solís Girón.

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