TODO DEPENDE DE EN MANOS DE QUIÉN ESTÉ.

Permítame compartir con usted algo que escribí hace unos añitos apenas, en mi juventud, haciendo limpieza lo encontré. Me sorprendí de mis ejemplos, lo escueto, lo muy personal, los errores ortográficos si se los debo, no los dejé. Jejeje. Pero si me he dado cuenta que el Señor es fiel y siempre ha sido fiel.

TODO DEPENDE DE EN MANOS DE QUIÉN ESTÉ.

Quiero decir, de quien tiene el control.
Si yo tuviese en mis manos un balón de basket-ball, vale, si mucho, Q. 100.00; es decir, el valor del balón. Pero en manos de Michael Jordan, en una final, equivale a millones de dólares o el campeonato.

¡Todo depende en manos de quien esté!

Un balón de foot-ball en mis pies vale, si mucho, unos Q. 100.00, pero el mismo balón en los pies de Batistuta, Romario, Bagio, Stochkov… En una final de un mundial, equivale a millones de dinero o el campeonato.

¡Todo depende de quien tiene el control!

Si en mis manos están cinco panes y dos peces, eso equivale a un delicioso almuerzo o, tal vez, tan solo mi refa y un pequeño ahorro a mis bolsillos; pero esa misma cantidad en manos del Señor Jesús «comen y se sacian» más de cinco mil personas (Marcos 6:38-44).

¡Todo depende en manos de quien esté o quien tiene el control de la situación!

La palabra de Dios dice en 1 Pedro 5:6-9:

Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo

Si yo quiero tener el control, llegará un momento en esta o cual situación, sea cual fuere, en que la llegaré a perder. Pero si el Señor Jesús tiene el control de la misma situación, sea cual fuere, estará en las mejores manos.

ORACIÓN: ¡Señor, tome el control de mi vida, mi ministerio, mi noviazgo, mi trabajo, mis estudios, mis relaciones personales, mis metas, mis sueños, mis pensamientos. Sea usted el Señor de todo. Desde ahora y para siempre. Amén y amén!